El cambio climático es consecuencia del aumento de la temperatura media global de la tierra y los océanos, con efectos sobre el clima y los ecosistemas. Es producto de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera siendo los principales el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso.
Este impacto de alcance global se basa en las contribuciones de los GEI de acuerdo a sus potenciales de calentamiento, para un horizonte temporal de 100 años, expresado en kilogramos de dióxido de carbono equivalente por kilogramo de emisión (kgCO2eq); el método fue desarrollado por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC).
La huella de carbono es el indicador que calcula la contribución potencial al calentamiento global en kgCO2eq mediante la cuantificación de las emisiones y remociones significativas de gases efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida del sistema producto a estudiar.
Es una categoría de impacto de alcance regional y se refiere a la pérdida de la capacidad neutralizante del suelo y del agua como consecuencia del retorno a la superficie terrestre, en forma de ácidos, de sustancias emitidas a la atmósfera por fuentes antropogénicas, como por ejemplo los óxidos de azufre y nitrógeno.
El método de impacto CML utiliza potenciales de acidificación expresados en kilogramos dióxido de azufre equivalente por kilogramos de emisión (kgSO2eq).
Es una categoría de impacto regional y se define como el enriquecimiento excesivo de nutrientes tales como nitratos y fosfatos en el ambiente. La principal consecuencia es un incremento de la biomasa en el agua y la disminución de la disponibilidad de oxígeno afectando la diversidad acuática.
El método de impacto CML se basa en factores de caracterización desarrollados por Heijungs et al. y están expresados en kilogramos de fosfato equivalente por kilogramo de emisión (kgPO4eq).
Es un impacto de alcance regional y refiere a la formación de smog fotoquímico a partir de los óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles emitidos a la atmósfera, que reaccionan con el oxígeno atmosférico en presencia de luz solar, formando ozono. Este smog es perjudicial para la salud humana y los ecosistemas.
El método de impacto ReCiPe utiliza potenciales fotoquímicos de formación de ozono para expresar el indicador en kilogramos de compuestos orgánicos volátiles no metánicos por kilogramos de emisión (kgNMVOC).
Es una categoría de impacto global y está relacionada con la extracción de recursos minerales como entradas para los sistemas analizados. Un recurso mineral es una concentración natural de algún elemento o compuesto de la corteza terrestre.
El método de impacto CML utiliza factores de agotamiento abiótico (ADF) determinados para cada extracción de mineral en kilogramos antimonio equivalente por kilogramos de extracción (kgSbeq), y están desarrollados en función de las reservas de concentración y la tasa de desacumulación.
Es una categoría de impacto global y está relacionada con la extracción de recursos no renovables fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural.
El método de impacto CML utiliza factores de agotamiento abiótico para cada recurso relacionados con el valor calorífico inferior expresado en megajoules por kilogramo de combustible fósil (MJ).
Es una categoría de impacto regional y representa la afectación a la disponibilidad del recurso hídrico de una región debido a la demanda de consumo.
El método de impacto AWARE representa la afectación al agua disponible remanente por área en una cuenca, después de que se haya satisfecho la demanda de los seres humanos y los ecosistemas acuáticos, evaluando el potencial de la privación de agua para otros usos. Este método tiene factores de caracterización regionalizados por cuenca hidrográfica para obtener un indicador en metros cúbicos de agua equivalente (m3eq agua).
